Cuando tuve mi primer trabajo, yo era un entusiasta de hacer las cosas bien. Me esforzaba por obtener los mejores resultados de calidad, tiempos, etc;  después del primer año, comencé a ilusionarme con obtener un ascenso en la “escalera corporativa” que estaba definida para mi puesto.

Pasaron dos años y, aunque tenía muy buenos resultados en mis indicadores, no podía conseguir el siguiente escalón. Siempre estaba en la lista para ser considerado a un ascenso, pero, al final aparecía alguien y me lo ganaba, ¿te ha pasado algo así?.

Resulta que ese siguiente escalón era al departamento de calidad, en donde además de tener el conocimiento sobre los procesos, al parecer se requería de otras habilidades de comunicación, las cuáles en ese momento no tenía, pues yo solía ser extremadamente introvertido y antisocial, lo cual me limitó en mi crecimiento en ese momento.

Un buen día, después de 2 años y medio trabajando como operador me topé con una convocatoria pegada en la pared de los elevadores. Era la convocatoria para “Scorecard Analyst”. Este puesto requería entre otras cosas, conocimientos y habilidades avanzadas de análisis de datos en Excel, software que yo estaba lejos de dominar, sin embargo, miré que el responsable de la convocatoria era un viejo conocido, mi primer supervisor. Eso me motivo a ir a preguntarle como sería el proceso de selección y si era posible entrar, el me animó (como buen líder) a aplicar, pues el “filtro” principal sería un examen de Excel.

Era el año 2004, en aquel entonces, plataformas como YouTube aún no existían como para buscar tutoriales y la información que se podía encontrar en internet era “algo limitada” con respecto a la actualidad. Sin embargo, encontré que Excel tenía la opción de “AYUDA” y ahí estaba un buscador con instrucciones sobre como ejecutar cualquier acción dentro del programa.

Habiendo descubierto esto, pregunte a mi antiguo supervisor, por el límite de tiempo que tendría para resolver su examen, a lo que el respondió, “no habrá límite de tiempo, excepto el que te permite tu horario laboral”.  Sin esa restricción decidí aplicar, con la intención de aprender Excel sobre la marcha.

El día se llegó y realicé el examen. Mientras investigaba como resolver cada ejercicio, solo escuchaba desfilar un candidato tras otro, que se rendían a los 20 minutos de examen. Después de 4 horas de trabajo resolviendo el examen, terminé, justo para mi hora de comida.

Al día siguiente pregunte por los resultados, y fue interesante, de 23 personas que aplicamos a la vacante, solo 2 aprobamos el examen y ganamos derecho a entrevista. Comprenderás mi felicidad, pues por fin tenía un porcentaje alto, 50% de probabilidad de quedarme con una promoción. Pasados dos días de la entrevista me informaron que yo era el elegido. Por fin había conseguido un ascenso y no fue por hacer bien mi trabajo, sino que… efectivamente fue porque supe usar Excel.

Para hacer la historia breve, después de esa promoción experimenté dos ascensos más dentro del departamento de Mejora Continua y Calidad para finalmente obtener un nuevo empleo, como consultor para una empresa certificadora en un estándar de calidad internacional. En menos de 3 años había triplicado mi sueldo y conseguido un trabajo que me permitía viajar por Latinoamérica, todo gracias una habilidad adicional que desarrollé, la habilidad de usar Excel efectivamente.

Por esto es que me entusiasma mucho ver a gente aprendiendo a usarlo, ya que es una herramienta que sea cual sea tu puesto, puede ABRIR PUERTAS y ayudar en tu CRECIMIENTO PROFESIONAL en cualquier campo.

Por tu éxito.

Rodrigo Garza